martes, 11 de noviembre de 2014

Las Minas de Calañas y su término (V)



     De todos es sabido de la cantidad de registros mineros que existen en el término municipal de Calañas. Unos han quedado francos sus terrenos, otros tienen concesión de explotación, permisos de investigación o de exploración, etc. y de algunos de ellos hemos dado ya alguna información relativa a su situación y al tipo de mineral que se extraía de los mismos. De algunos se han aportado imágenes y de otros carecemos de ellas. Seguiremos, para cerrar éste interesante capítulo de "Las Minas de Calañas y su término" con algunas entradas más, aportando la información de que se dispone.    

 

MINA CATALINA.-


            Situada en el Cabezo del Peñasco, al Noroeste de Calañas, junto al casco urbano, en un grueso afloramiento de jaspes. Existen otros lentejones de jaspes con registros al NE y SO. El mineral extraído fue peróxido de alta calidad.


MINA SAN JOSÉ.-


            Es un grupo de pequeños registros, siendo el citado el mayor de ellos. Están situados varios kilómetros al NO de Calañas, junto a la carretera de Cabezas Rubias. Existen algunos pequeños lentejones de jaspes entre pizarras moradas. Las labores son numerosas, tanto a cielo abierto como subterráneas.

MINA FLORENTINA O SIERPES.-


            Situada a unos 4 kilómetros al O de Calañas, en el paraje de La Sierpe; algo al E está también la Mina Clemente Isidro. Las labores son tanto de interior como de exterior, entre estas dos últimas cortas. En Florentina existe un pozo maestro de 53 m. Los minerales extraídos fueron peróxidos y silicatos de Mn con leyes variables hasta 40-50% de Mn.




CALAÑAS, 2014

miércoles, 5 de noviembre de 2014

Relleno de los contrafuertes de la Iglesia

Aprovechando las obras de restauración que se están llevando a cabo en nuestra Iglesia desde hace unos meses, muchas personas estamos aprendiendo cosas relativas a fechas, datos, personajes, constructores, etc. que a lo largo de su historia han intervenido en las distintas facetas por las que la misma ha tenido que pasar, bien por circunstancias sobrevenidas o simplemente por el paso del tiempo. También, no quiero dejar de comentar, que las opiniones sobre el aspecto exterior que se nos presenta son variopintas, porque en la mayoría de los casos nos resulta difícil asimilar a quienes hemos nacido y vivido durante años con la anterior imagen de manganeso y ladrillo, el enfoscado que está siendo aplicado, de momento, nos parece un poco extraño.

 
       ¿Quién no ha oído hablar de que los taludes que servían de relleno a los contrafuertes que circundaban la Iglesia habían sido hechos con idea de que esos huecos no fuesen utilizados como urinarios públicos ?. Nada más lejos de la realidad. En uno de los informes técnicos que elabora el arquitecto encargado de ésta restauración hace constar que " en 1808 se construyen unos taludes entre los contrafuertes, con fábricas de piedra y ladrillo rellenos de tierra, para evitar acumulación de aguas " . Efectivamente, consultado un Análisis Grafico-Arquitectónico sobre la Iglesia de Santa María de Gracia que obra en mi poder, dentro del apartado "Obras de Santiago de LLosa y Francisco del Valle en las cubiertas, de 1790 a 1809", podemos leer:

" ......la obra de la torre queda terminada, con su aguja nueva, alicatada de cerámica vidriada, y reparadas sus comisas y molduras; se han repellado sus desconcha­dos, y ha sido blanqueada de arriba abajo. También se ha blanqueado toda la iglesia, tanto por dentro como por fuera. Queda hecha la obra del presbiterio, con tres gradas nuevas de azulejos y su solería. Se han reparado los desperfectos de la solería de la iglesia. Y, por lo que se refiere a las dependencias auxiliares, queda dicho la terminación de las obras de los comunes, tránsito y cuarto taller. Finalmente, indica que se rellene en talud los espacios exteriores que median entre los contrafuertes, para evitar el estancamiento de las aguas y sus consiguientes humedades. Por último, aconseja se remiende la solería del porche de los pies.

De esas últimas obras dio cuenta el albañil y oficial mayor de las obras de la iglesia, Domingo Gómez Macías, vecino de Calañas, el 15 de abril de 1809, por un importe de 1.716 reales y medio. 

Las obras quedaron oficialmente aprobadas por el Provisor y Vicario General, Joaquín María Torres, con el consentimiento del Deán y Cabildo de la Catedral hispalense, el 19 de julio de 1809. 

Y para mayor constancia, vemos hoy grabada, en el friso de las portadas meridional y septentrional, la inscripción: «ANO DEL SEÑOR 1808» ".






  lo que dá fe, no solo del porque se hicieron esos taludes, sino que el templo, tanto por dentro como por fuera fue blanqueado.

CALAÑAS, 2014


martes, 4 de noviembre de 2014

DON TOMÁS GALLART GONZÁLEZ (El marqués de Calañas)



         Don Tomás Gallart González nació el 13 de mayo de 1856 en Almuñecar (Granada). A los nueve años se queda huérfano de padre y comienza a trabajar en una fábrica de azúcar por dos reales chicos. Con 13 años se dedicaba a arreglar las cinco máquinas de vapor de esta fábrica molinera por 5 reales. Con 15 años trabaja de día con las máquinas y de noche con los aparatos de fabricación. Así discurre su andadura como “pinche” en el taller y hace frecuentes viajes a Sevilla en barco para transportar la mercancía que producía la fábrica.


Familia GALLART
 
         De esta manera comienza a trabajar como aprendiz de mecánica moderna en el taller del Sr. Grosso, a donde se marcha con 20 reales. Para ayudar en la maltrecha economía familiar enviaba a su madre primero la mitad de tres pesetas diarias, luego un cuarto de pesetas y el segundo año 5 pesetas. Del taller del Sr. Grosso se fue a otra fábrica donde construían máquinas de vapor y montaban maquinaria. Al año de encontrarse allí trabajando obtiene uno de los mejores sueldos. Se encargó también de una fábrica, a 10 pesetas diarias y el dueño le encargó el montaje e instalación de las máquinas en la mina del Carpio, a 12’50 pesetas diarias con 19 años. Al mismo tiempo le encargaron la maquinaria de la mina de Cueva de la Mora, optando por quedarse en esta última, a 18’25 pesetas diarias. Ambas transportaban pirita cobriza. En 1883 se convierte en subdirector de las minas de Sotiel Coronada con un sueldo anual de 9.000 pesetas. Allí montó todo el taller: máquinas de tracción, el muelle y los aparatos mecánicos. Tenía la mina una población de 1.600 obreros. 

Ferrocarril Sotiel-Tinto-Santa Rosa
 
         Trabajó por cuenta propia la explotación de minas y beneficios de aguas ferrocobrizas y siendo subdirector de Sotiel se ganó con otros tres compañeros 9.000 duros con el arriendo de las minas del Carpio. A su salida de Sotiel (1893), después de explotar por arriendo la mina Peña de Hierro, con dos amigos extranjeros compró la mina del Tinto, con cuya explotación se habían arruinado varios empresas. Amplió a Santa Rosa, después de pagar el cable aéreo de transporte, las instalaciones de numerosas máquinas de vapor, los talleres, las construcciones. Obtienen numerosos beneficios los tres copropietarios explotadores con una población obrera de 600 familias aproximadamente. 

         
         El cable aéreo se construyó entre los años 1896 y 1904. Pero no es hasta el año 1906 cuando se realiza su proyecto oficial por el ingeniero D. José Albelda para darle validez al mismo, una vez que la compañía “The United Alkali” compra la mina del Tinto y Santa Rosa. A partir del año 1909 se comienza a construir el ramal que unía las minas del Tinto Santa Rosa y Sotiel Coronada con la línea del Buitrón a San Juan del Puerto. Una de las locomotoras que tenía este ramal, la número 6, se llamaba Gallart. 

Máquina del ferrocarril Buitrón-San Juan del Puerto

      Resulta curioso que en la Exposición Universal de París (1900) existiera una representación de las minas del Tinto y Santa Rosa, donde se expusieron muestras de minerales de pirita y de cobre. Las muestras expuestas eran, particularmente, de mineral “pobre” y de pirita ”amarilla” del Tinto, encontrándose restos de la explotación romana. También se exponían útiles, vasos y trozos de estructuras que databan de la época romana. Una corta de las minas, una carta geológica, los diseños relativos a una cable aéreo de 7 kilómetros de longitud y un puente suspendido, estaban expuestos en esta exposición. 



      Tomás Gallart era conocido como el “Marqués de Calañas”, fue el primero que trajo la electricidad a Valverde del Camino y suyo era uno de los primeros coches que circularon por nuestro pueblo. Se caso con Fernanda Nieto, natural de Lora del Río, con la que tuvo varios hijos, que se exiliaron a México y a la Argentina. Una de sus hijas, Fernanda, se casó con un belga, Guillermo Boeck, quién posiblemente sea el joven que aparece en la postal que ilustra este reportaje. Como prueba a su heroicidad en el rescate de un obrero siendo él maquinista, se le otorgó la gran Cruz de la Orden de Carlos III, posiblemente coincidiendo con la visita de la Regente María Cristina y de su hijo Alfonso XII a Huelva para la celebración del IV Centenario del Descubrimiento de América (1892).

Mi agradecimiento a Doña Aurora Montín, autora del anterior artículo. (Historiadora. Valverde del Camino. Huelva)

CALAÑAS, 2014