miércoles, 24 de febrero de 2016

LA NUEVA CASA DE HERMANDAD DE LA VIRGEN DE LA CORONADA

Tal como dejé reflejado en el Libro de Visitas colocado al efecto en la entrada de la Casa de Hermandad: 
"Fue un deseo, era una necesidad y es una realidad"


Creo que todos los calañeses compartimos todo o parte del significado de éstas tres palabras. A lo largo de los más de trescientos años de historia de nuestra Hermandad, y en los tiempos en que su actividad era efectiva (no siempre la hubo) las reuniones de los Cabildos se realizaban en salones parroquiales, en la casa de alguno de sus componentes o en algún local prestado donde debatían, componían y organizaban las Fiestas en honor y gloria de la Patrona. Ésta falta de un lugar donde fijar de forma estable su sede o casa de hermandad, motivó la dispersión de los documentos que se elaboraban, del ajuar de la Virgen, de los enseres de la propia Hermandad, etc. estando repartidos por casas particulares que en muchas de las ocasiones no eran devueltos con o sin intención de poseerlos, pero que al fin y al cabo su pérdida fue en detrimento del patrimonio propio. ¿ Donde estarán los Libros de Actas que faltan ? (sólo se conserva el de 1713) ¿Donde estarán los Libros de Reglas y Alhajas? ¿Quién tendrá en su poder algunas joyas que fueron donadas a la Virgen? Podría seguir haciendo interminables preguntas y casi todas sin respuesta.
         En los primeros años del presente siglo, años en los que tuve la fortuna de ser Hermano Mayor, mi Cabildo pasó por nada y nada menos que por tres sedes diferentes: el local de la Calleja de Troyano a Juan Ramón Jiménez, un local en el antiguo cuartel de la Guardia Civil en Calle Quemada, un local en el Convento y vuelta otra vez a local de la Calleja inicial. Creo que poca gente sabe todo lo que ésto supone, ya que los pocos o muchos enseres que se poseían, los objetos de venta, el mobiliario, los símbolos de Hermandad, la documentación, etc. debían ser movidos de un sitio a otro como si de un traslado de casa se tratase, y menos mal que el ajuar y joyas de la Virgen eran custodiados por la Camarista en su domicilio particular, con la responsabilidad y riesgo que conllevaba.
   A partir de ahora, la Hermandad tendrá un digno lugar donde reunirse, donde recibir, donde compartir todo, donde guardar, donde conservar, donde exponer, donde rezar, donde fraguar ilusiones para todo un pueblo devoto de su Patrona y de sus tradiciones como es Calañas. Sepamos valorar el preciado bien que hemos recibido todos los calañeses y que también ha sido fruto de nuestro esfuerzo económico, guiados por la mano de tres Cabildos consecutivos que se fijaron ésta excelente meta.




CALAÑAS, 2016

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